Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. 2ª Corintios 1:20
Dios nos pone hoy en la
encrucijada, como la generación que tendrá que guiar los destinos de nuestra
patria. Podemos mirar al costado, señalar culpables, desear escapar, pero la
respuesta está en tomar la responsabilidad del futuro que nos toca enfrentar y
abrir un camino donde no hay. Claro, ¿y el modelo? ¿y la guía? Bueno, esta es
la pregunta de los hacedores de historia. Y esto se refiere a todo aspecto de la
vida.
George Bernard Shaw dijo: “todos
tienen el mismo cielo, aunque no todos el mismo horizonte”, y Kennedy dijo
también: “algunos ven las cosas que son y preguntan por qué, y otros ven las
cosas que podrían ser, y preguntan por qué no”.
Sin dudas, estamos ante un cambio
de paradigmas, la manera en que veamos hoy la realidad, determinará nuestro
accionar hacia el futuro. La fe en las promesas de Dios nos lleva a intentarlo,
a buscar lo nuevo, a jugarnos por el cambio, sabiendo que los modelos de ayer
nonos muestran un futuro diferente al de la actualidad.
Las promesas de Dios son reales,
nos darán fortaleza para un futuro mejor, para nosotros mismos y para otros.
Necesitamos con urgencia ese modelo,
esa guía para seguir adelante
Y Tú…
¿Qué estás haciendo para generar cambios?
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