En este último mes me ha tocado conocer en familiares, personas cercanas y conocidas un hecho que tarde o temprano nos tocará a todos. Es una valla que nadie puede esquivar y que después de ella no hay más días bajo el sol. Hablo de la muerte. Sí, la muerte, un hecho tan normal como sobrecogedor. Cuando las guerras, enfermedades y accidentes van en aumento, su accionar se ve cada vez más latente.
Sin embargo, la Biblia dice a los cristianos que la muerte no se enseñoreará de ellos por medio de JesuCristo (Romanos 6:9), porque en el hijo de Dios hay una esperanza comprada a precio de sangre en la cruz del Calvario, sacrificio por el cual tenemos salvación y entrada directa al Padre, sin más mediadores que Cristo mismo.
Las Escrituras dicen que todo tiene su tiempo, tiempo de nacer y tiempo de morir (Eclesiastés 3:1-2). Si bien nadie sabe cuándo será su momento, lo que sí sabemos es que cuanto antes cada uno de nosotros debe tomar la decisión más trascendental de nuestras vidas. Creer en Jesús como nuestro Señor y Salvador.
El llamado es a ti querido lector que no has sido salvo a que te acerques a Jesús, Él puede darle un vuelco a tu vida para bien, el tiene vida eterna para ti. ¡Qué trágico sería una vida eterna sin Él!. Por lo mismo ahora es el momento de ponerse a cuentas con Dios a buscarle mientras se puede, no sea que no puedas tomar esa decisión porque lo dejaste pasar y tu tiempo de morir haya llegado.
También la reflexión es para nosotros los hijos de Dios, que ya hemos aceptado a Jesús como Señor y Salvador. Vivamos como si fuera el último día, con pasión por Dios, anhelando más de Él y de su santidad, sirviéndole de corazón, buscando su rostro y pidiéndole sabiduría para vivir.
SI quieres aceptar a Jesús lo primero es reconocer que Dios nos ama pero que hay una gran barrera que nos separa a todos de Dios y eso se llama pecado, el cual aun las personas que se consideran buenas no son buenas al ver la palabra de Dios. Debes reconocer que eres pecador, luego estimado amigo debes reconocer que el sacrificio de Jesús en la cruz quita tu pecado y recibir a Jesús en tu corazón como Señor de tu vida y Salvador, El cual te ayudará a caminar en este nuevo camino que has elegido, siendo esta la más importante decisión que tomarás jamás.
Persevera en una iglesia, acércate a una y vive la nueva vida en Cristo, deja que Dios trabaje en ti y rinde tu vida para que los frutos de Dios se manifiesten si te has convertido genuinamente a ÉL.
¡Dios te bendiga!
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