LA PERSPECTIVA DE DIOS
Dios nos enseña una lección a través de Moisés y el rebaño de Jetro.
Debemos imaginar el siguiente panorama. Una oveja no supera los 70 cm., lo cual le da una vista limitada; pero un hombre por lo general mide 1,75, lo cual le permite ver más lejos que la oveja. Moisés guiaba a las ovejas por el desierto, viendo que un poco más adelante, pasada la arena, estaba el pasto; pero las ovejas no lo veían y reclamaban con sus sonidos característicos.
El mismo pueblo de Dios, pasado recién 3 días que Dios los sacó de Egipto, murmuraban de que no había agua (Éxodo 15: 22-24).
¿Cómo podemos expandir nuestra visión?, ¿cómo podemos ver más allá? ¿Cómo cambiar nuestra perspectiva?
Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.
Éxodo 3: 1
Moisés llevó a las ovejas a otro lugar, a un lugar mejor, más extenso, más alto, llevó a las ovejas al monte de Dios. Aquí la panorámica de las ovejas tiene que cambiar, definitivamente ves más de lo que veías antes, ves los pastos verdes donde debes alimentarte, y ves las planicies secas y peligrosas por donde es mejor no pasar. Ves a los amigos cuando vienen hacia el monte, y también ves al enemigo cuando intenta acercarse y atacarte.
Ciertamente a medida que crecemos en estatura logramos un campo de visión más extenso. Pero el campo de visión que debemos alcanzar no es natural, sino espiritual, y también debemos crecer y desarrollarnos para mirar ya no con la perspectiva humana, que no ve más allá de sus limitaciones, sino mas bien con la perspectiva de Dios, en lo alto, desde Su Monte.
Dejémonos guiar siempre por Jesucristo, el es nuestro Pastor y nosotros sus ovejas, Él nos llevará siempre al mejor lugar; aunque no lo veamos nosotros, El si ve los pastos verdes, y estando allí con él, nuestra nueva perspectiva ayudará a otros a llegar al monte de Dios.
“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”
Colosenses 3:2
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