"RECONCILIADOS
PARA RECONCILIAR EN AMOR"
“Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la
gracia de Dios. Porque dice: En
tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.”
Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.”
2 Corintios
6:1-2
Sabemos
muy bien, que nuestra labor a través del ministerio de la reconciliación es un servicio que debemos entregar a todos,
para que como dice nuestro texto rhema; el mundo sea reconciliado con Dios.
Pero al leer este fragmento bíblico,
podemos entender que Dios no solo busca que nosotros como hijos suyos seamos
capaces de desarrollar dicho ministerio, sino que nos exhorta a valorar y
reconocer la gracia que el Señor tuvo para con nosotros en el día de nuestra
salvación. Pero, ¿Por qué Dios le envía este mensaje a quienes ya habían sido
reconciliados con Él? La respuesta a esta interrogante la encontramos en 2 de
Corintios 5:17-18 que dice “De modo que
si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto
proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio
el ministerio de la reconciliación;”. Simplemente es fundamental que tú y
yo como ministros del Señor no le sirvamos a Dios como siervo que cumple su
labor porque lo debe hacer, o porque la biblia nos insta a hacerlo, sino por
amor. Es primordial en nuestras vidas que el verdadero amor, que es el amor de Dios, sea guiando
nuestros pasos, y mas aun, que como ministros de la reconciliación, recordemos
que si hoy podemos hablarle a otros del amor que Dios tiene por el mundo es
porque hubo un día en que el Señor toco nuestro corazón y nos hizo nueva
criatura, nos perdonó y nos limpió. Ese día este mismo Dios de amor quitó la sentencia
de muerte que estaba sobre nosotros para darnos vida eterna, sacó lo viejo para
poner lo nuevo y más aun, nos hizo entender que TODO proviene de Él. Que no hay nada en nosotros que sea mérito
propio, que no hay perdón que merezcamos, sino que todo lo hizo por amor, por
ese amor genuino que no solo tiene por quienes leen este devocional, sino
también por todos aquellos que vagan por este mundo sin poder entender el real
propósito de sus vidas. Al comprender esto, el ministerio de la reconciliación
toma su verdadero sentido.
No
podemos ser indiferentes ante esta labor entregada por Dios a todos sus hijos,
sino que debemos anhelar y accionar para que todos puedan conocer de este amor
que un día nuestro Padre Celestial nos entregó.
0 comentarios:
Publicar un comentario