Resurrección Espiritual
Quiero que piensen en un momento
en un cadáver, un cuerpo sin vida, inanimado, inerte, inhábil, insensible, a
punto de corromperse y pudrirse. En esa condición nos encontramos muchos de
nosotros antes de ser resucitados por la gracia de Dios. El pecado produce en
nuestros espíritus muerte y corrompe nuestra vida y la descompone.
Esta es la condición del hombre
sin Cristo, podemos observar tres ejemplos en la biblia que ilustran lo antes
mencionado, los cuales detallaremos a continuación:
1. La
Hija de Jairo (Lucas 8:49-56)
La hija de Jairo
había muerto hace pocos minutos su cuerpo estaba tendido en su cama y aun la
muerte no hacia grandes estragos en ella, parecía viva, pero en realidad no lo
estaba, podemos ver a muchas personas en esta condición hoy en dia que
aparentan estar bien en quienes parece que el pecado no ha obrado en sus vidas
pero aun así están muertas.
2. El
Hijo de la Viuda de Nain(Lucas 7:11-17)
En este caso la
muerte era notoria en el, estaba muerto y lo llevaban a la tumba, no daba la
impresión de vida como la hija de Jairo, ya había entrado y se notaba el
proceso de descomposición. Esta persona es la que ya avanzada en su
pecaminosidad podemos ver los efectos claros del pecado en su vida.
3.
Lazaro(Juan
11)
Ahora encontramos
a Lazaro muerto de cuatro días, estaba en un proceso tan avanzado de
descomposición que ya no había esperanza, estaba en la tumba encerrado separado
de todos por una gran piedra. Esta es la peor condición que podemos identificar
en el mundo hoy en día personas tan sumidas en sus vicios y pecados en quienes
el pecado y sus consecuencia son tan notorias que son separados incluso de los
demás.
Tenemos 3 historias cuyo factor
común es la muerte, pero no solo eso sino que el factor común preponderante en estas
historias es Cristo. Jesús intervino en cada una de esas situaciones, le dijo a
la hija de Jairo “Muchacha Levántate”, al hijo de la viuda de Nain “Joven, a ti
te digo, Levántate” y a Lazaro “Lazaro, ven fuera” y todos obedeciendo a la voz
del Señor recobraron la vida, podemos ver como el pecado opera muchas veces en
nuestra vida para muerte pero Jesús dijo:
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá.” Juan 11:25
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