Génesis 17 nos cuenta que Abram siendo ya de 99 años y habiendo recibido muchas promesas y demandas de Jehová desde su primer llamado, Dios vuelve a hablarle en este tiempo revelándose como el Todopoderoso y nuevamente lo desafía diciendo:
“Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto, Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera”
(Génesis 17:1-2).
No preguntamos por que nuevamente ¿por que Dios llama a Abram?, si ya lo había hecho en el capitulo 12, ¿que tendrá planeado Dios para Abram, que se preocupa de volverlo a llamar?, podemos ver en los próximos versículos que Dios le confirma su llamado y sus anhelos con él, y además hace un pacto con Abram, pero antes les da una “nueva identidad” tanto a abram (17:5) como a Sarai (17:15).
¡Es el mismo desafío que te hace a ti! Anda delante de Él, sin nada que esconder, y sé perfecto. Perfecto no se refiere a “no cometer errores“, “hacer siempre todo bien”, “ser un obsesivo perfeccionista” o “tirárselas de tipo superior”, no. Perfecto significa que busques agradar a Dios siempre en todo lo que eres y haces.
¿Sabías que Dios también hizo un pacto con nosotros por medio de Jesús?
Él se compromete a salvarnos, perdonarnos, darnos una nueva identidad, amarnos incondicionalmente, guiarnos y darnos su Espíritu, pero a cambio, nuestro compromiso es creerle y ser santos. ¿Estás dispuesto?
Cuando crees y recibes a Jesús en tu vida, junto con la salvación, el perdón de pecados y la vida eterna, recibes también una nueva identidad. En otras palabras: Dios te ve como alguien nuevo.
Escucha atentamente: Si tienes una relación personal con Jesús eres alguien nuevo. Antes eras el pecador, antes eras el rebelde, desobediente, condenado, inútil, abandonado, feo o tonto. ¡Eso ya pasó! Ahora, en Cristo, eres alguien nuevo. Eres perdonado, amado, aceptado, adoptado como hijo. Eres capaz, útil, santo, justo, redimido y glorificado. Sí, disfruta al máximo tu nueva identidad. Es un regalo de Papá.
Promesa, fe, paciencia, tiempos de Dios, pacto, bendiciones, ¡cuántos desafíos!
Sé Paciente. Sí, otra vez. No te apresures a tomar decisiones, ni te apresures a vivir. Hay un tiempo para disfrutar de los amigos y ser amigo, y hay un tiempo para el noviazgo. Un tiempo para casarse y un tiempo para tener bebés. ¡No te adelantes! ¿Quién te corre?
Los que viven corriendo nunca disfrutan nada. Cuando son adolescentes están desesperados por ponerse de novios. Cuando son novios están desesperados por casarse. Cuando se casan están desesperados para que nos les falte nada (o para tener hijos). Y cuando se quieren acordar se les fueron los años y no disfrutaron casi nada. No seas terco en tu propia opinión ¡Aprende a disfrutar tus años, la vida que Dios te da y las bendiciones de Papá!… Paso a paso…
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