¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. Juan 4: 35.
Lo más triste y absurdo, que puede ocurrir en la agricultura, es que después de mucho tiempo de espera, se pierda la cosecha, por no darse cuenta de que ya está lista y creer que aún faltan algunos meses para recogerla. Con esta ilustración, Jesús quería llamar la atención de sus discípulos para que vieran que la gente estaba lista para recibir el mensaje.
Después de 2000 años de que la iglesia recibió La Gran Comisión, aún queda un tercio de la población mundial sin haber escuchado de Cristo y sin la posibilidad de hacerlo. Al observar Juan 4: 35, vemos dos razones del porqué de esto.
Primero, la Iglesia no puede ver los campos porque no alza sus ojos.
La perspectiva con que se mira nos dará la visión en cuanto a la obra de Dios. Si creemos que como Iglesia, nuestra responsabilidad es sólo evangelizar a nuestro barrio o ciudad, hemos perdido de vista el objetivo. El campo es el mundo (Mateo 13: 38), y allí fuimos enviados (Juan 17: 18).
Segundo, La Iglesia no mira las oportunidades. Los campos ya están blancos. El mundo está preparado para escuchar el Evangelio, solamente falta que la iglesia se ponga en campaña.
La mies es mucha, lo que siempre ha faltado son obreros. Debemos obedecer la Palabra de Dios, este es un mandato no una opción, es un sacrificio que demos realizar
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