Guardando la Palabra
“¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.” Salmo 119:9
Con guardar tu palabra.” Salmo 119:9
La palabra de Dios tiene el poder de transformar nuestras vidas, Cristo nuestro Señor es el Verbo hecho carne, en otras palabras es el cumplimiento de la palabra.
Jesús vivió la palabra letra a letra demostrando el poder y la eficacia de ella, cumplió a cabalidad cada palabra que fue escrita acerca de Él, para acercarnos a Dios.
Como está escrito en nuestro rhema para vivir una vida de acuerdo a lo que Dios espera de nosotros, o sea una vida santa y limpia, necesitamos guardar su palabra. Esto no consiste simplemente en leerla, más bien es tomarla, retenerla y vivirla. La pregunta es: ¿Con qué puedo limpiar mi camino?, ¿Cómo puedo agradar a Dios?, ¿Cómo puedo vivir como Jesús vivió? la respuesta es una sola “con guardar tu palabra”. La palabra de Dios ordena nuestras vidas, nos muestra la dirección que Dios esta señalando para nosotros, nos permite decir lo que Dios quiere que digamos, hacer lo que Dios quiere que hagamos, vivir en su voluntad buena, agradable y perfecta. Una palabra de Dios es suficiente para transformar nuestras vidas por completo.
“Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan” Salmo 119:1-2
Dios quiere que nosotros seamos perfectos en nuestro caminar, en nuestro proceder, en nuestra forma de conducirnos día a día. La palabra declara que son dichosos, muy felices quienes guardan el testimonio, o sea, la vivencia de lo que declaran y caminan en la palabra, los que con todo el corazón le buscan.
Dios te quiere hablar, Él tiene una palabra para ti este día, la palabra declara que el que busca halla el que llama se le abrirá, nuestra búsqueda de Dios siempre produce fruto. Si buscas su rostro encontraras a un Padre, al Amado, al Dios misericordioso. Si buscas la palabra que Dios ha preparado este día para ti encontrarás una dirección, una guía, un camino en medio del desierto y lo más importante: el amor y el respaldo de Dios para tu día y para tu vida. Jesús dijo:
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14:23
Jesús quiere manifestarse a nosotros, por eso nuestra palabra rhema dice que Dios ha preparado cosas grandes, para los que le temen, para los que le aman para aquellos que han decidido ser guiados por El Espíritu Santo y por la palabra de Dios. Si queremos vivir más que una vida de santidad, es necesario ser transformado por el poder de Dios a través de su palabra.
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