Así nos ha ordenado el Señor

“Así nos ha ordenado el Señor:

Yo te he establecido para ser la luz de las naciones, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra". Hechos 13:47

Este es el tiempo en que Dios quiere obrar a través de nuestras vidas. Él dijo que nos ha puesto como luz del mundo, a fin de que a donde vayamos y en lo que hagamos seamos para salvación.

“Ser para salvación” significa, que el anunciar la palabra de Dios debería ser nuestra forma de vida, el sello de todo lo que hacemos y el cumplimiento del propósito de nuestras vidas como hijos de Dios. Pablo comprendió el deseo de Dios y la forma en que alegraba su corazón; y por eso, iba anunciando la palabra de salvación a todo lugar y a todo el mundo, no importando la situación ni la oposición. A partir del testimonio de Pablo, podemos ver que nunca dejó de hacer lo que Dios le había mandado.

Vivir en el propósito es anunciar la verdad de Cristo y esforzarse para que todo aquel que este ordenado para vida eterna pueda creer y aceptar a Jesús como su Señor y Salvador (hechos 13:48). Debemos comprender que hay un remanente que necesita ser restaurado, que necesita ver la luz, por eso Dios nos ha mandado a ser embajadores de su Reino, por que existen otros compatriotas que no pertenecen a este mundo, pero están aquí, viviendo como esclavos del príncipe de este mundo.

Como hijos de Dios nuestro anhelo debe ser que toda la tierra sea llena de su Gloria y que todos lleguen a conocerle plenamente (Números 14:21).

Además Dios es el que nos respalda y su Espíritu Santo es el que convence de pecado de justicia y de juicio y nosotros solo tenemos que ir…

Esta es la promesa para los que cumplen con el mandato de Dios:

Así dice el Señor:
            «En el momento propicio te respondí, y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré, y haré de ti un pacto para el pueblo, para que restaures el país y repartas las propiedades asoladas; para que digas a los cautivos: ¡Salgan!, y a los que viven en tinieblas: ¡Están en libertad!

Junto a los caminos pastarán y en todo cerro árido hallarán pastos. No tendrán hambre ni sed, no los abatirá el sol ni el calor, porque los guiará quien les tiene compasión, y los conducirá junto a manantiales de agua.

Convertiré en caminos todas mis montañas, y construiré mis calzadas».

                                                                                              (Isaías 49:8-11)

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