martes, 24 de enero de 2012

DEJA QUE DIOS TE RECOMIENDE.


DEJA QUE DIOS TE RECOMIENDE.

“… ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación de vosotros? 2ª De corintios 3:1…”


Antiguamente, las cartas de recomendación generalmente las hacían entre amigos. Cuando alguno de ellos solicitaba un puesto de trabajo, en algunos casos, dichas cartas atenuaban o incluso negaban el valor de los elogios escritos. Cuando alguien se recomendaba a sí mismo, la persona que tenía que valorar los méritos de dicho individuo veía con malos ojos el asunto.

Pablo vino a Corinto como apóstol de Jesucristo; pero la gente sabía que no era miembro del grupo de los doce que siguieron a Jesús. Así que se ve obligado a defenderse y mostrar una prueba sólida de que no necesitaba recomendación. Sabía que Jesús lo había llamado para ser apóstol a los gentiles, y que había bendecido su obra en aquella ciudad. De ahí que la labor de Pablo demostraba la legitimidad de su oficio. Sus aflicciones por Cristo y ser el padre espiritual de los corintios servían como testimonio de que era, indudablemente, un apóstol.

Pablo no tenía la necesidad de recomendarse bajo la escritura de una carta, ya que contaba con el respaldo y apoyo del mismísimo Dios.
Nuestra palabra Rhema nos dice que miraremos a cara descubierta como en un espejo la gloria   de Dios, si tú te miraras ahora en un espejo ¿qué reflejarías? ¿La gloria   de Dios o una careta que no ha podido ser soltada por ti mismo, y que está arraigada a la carne?  Querido hermano, también depende de ti que seas transformado por la gloria   de Dios.
Jesucristo intercede ante el Padre por nosotros, pero además nos recomienda y nos respalda, así como lo hizo con Pablo lo hará con cada uno de nosotros.

Bendiciones.

0 comentarios:

Publicar un comentario

CONGREGACIÓN REINO DE DIOS.

Tienda Virtual

Tienda virtual demúsica100% original
Entra Aquí ReySamusic