“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría”
Salmos 90: 12
Vivimos en una época en que todo se realiza en forma rápida e instantánea. Esperar por algo que anhelamos o deseamos se nos hace fastidioso. Estamos llenos de actividades que deben ser llevadas a cabo con rapidez.
Como cristianos, ¿hay alguna pauta, consejo o principio divino que podamos seguir? “enséñanos a contar nuestros días…” El texto hebreo nos sugiere que debemos dar cuenta de vida de nuestros días. Debemos considerar la vida por días en vez de por años. ¿Para qué? Para adquirir sabiduría. Con el Señor ocupando el primer lugar en nuestras vidas aceptamos y vivimos cada día de un modo entusiasta para él. El resultado será sabiduría en el corazón.
Cuando vivimos de esta manera, consideramos cada día como un regalo suyo y lo disfrutamos bajo su control y para su gloria. No sentimos afán por recibir o realizar cosas. Aprendemos a confiar en la provisión y la soberanía de Dios sobre nuestras vidas. Contamos los días no para quejarnos de la falta de auxilio de Dios ni para desesperarnos, sino renovando nuestra confianza en Él, sabiendo de su fidelidad y protección.
Anímate a vivir cada día disfrutando de su compañía y confiando en sus bondades, deposita tus deseos y sueños en las manos cariñosas del Señor, jamás saldrás defraudado de esperar en él. Toma hoy mismo la decisión de caminar día a día de la mano de Dios. Agradeciéndole por su gracia y las bendiciones que se manifiestan aún en las pequeñas cosas que recibes. Por su misericordia y su amor en los tiempos difíciles y por tener como roca firme en esos momentos.
Que tu oración sea para que Dios te enseñe a vivir cada día tomado de su mano y que fortaleza la decisión de vivir cada día con él.
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