Guardarnos para Dios
Quiero que meditemos en un versículo que lo encontramos en Deuteronomio 5:29
¡…Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre…!
Quizás te preguntes quien es el exclama semejante petición, ¿Moisés, Aarón, Josué, algún israelita piadoso?
Es sorprendente que sea Dios mismo el que exclame esto, Dios no puede vencer tus dificultades en la vida por ti, no puede guardar tu corazón por ti, eso es algo que es nuestra responsabilidad. El dio a su Hijo y nos dio el poder de vencer, pero Él no nos fuerza a nada, por lo mismo Dios exclama “…Quién diera que tuviesen tal corazón…”
Asimismo el versículo nos hace entender donde está la raíz de nuestro éxito en la vida cristiana como nuestros fracasos: el apartarnos de su palabra con frecuencia produce que no vivamos conforme a Dios y por lo mismo no tener un corazón conforme a Él.
Todos debemos luchar con obstáculos, pruebas y tentaciones en nuestra vida, nadie está libre, por lo mismo esforcémonos para agradarle a Dios en todo lo que hagamos y su bendición vendrá, una mayor comunión y bendición.
Si nos guardáramos, todo sería distinto. Saquemos y sacudámonos de esos obstáculos que cada uno sabe que están en su vida y que obstruyen, con el poder que Dios nos ha dado. Dios te dice “…Cuídate que yo tengo cosas contigo, cosas que ojo no vió ni oído oyó…”
“…Santificados, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros…” Josué 3:5
Bendiciones-.
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